
Llega el buen tiempo, comienza un nuevo año o simplemente quieres ponerte en forma. Es un momento en el que a muchos les entran las prisas para bajar esos kilos de más que han ido acumulando a lo largo de meses o años. Esta resulta una de las consultas más frecuentes con las que nos encontramos los dietistas nutricionistas durante todo el año. Se sigue buscando la dieta perfecta y rápida para perder peso sin hacer grandes esfuerzos, aunque con ello se ponga en riesgo la salud.
Si tú eres una de esas personas, que necesita un plan de adelgazamiento, te recomiendo que sigas leyendo este artículo o que veas el siguiente vídeo donde te doy los 10 puntos claves para conseguirlo con éxito y sin grandes sacrificios.
EMPIEZA
¿Necesitas atención personalizada?
En la Clínica Alimmenta encontrarás a un equipo de dietistas-nutricionistas, médicos endocrinos y psicólogos especialistas en nutrición que te ayudarán a conseguir tus objetivos de peso y salud. Podemos atenderte en nuestra Clínica en Barcelona ó de forma online mediante videoconferencias. ¿Hablamos?
1. Ponte un objetivo claro y realista
Márcate un objetivo realista y fácil de conseguir. ¿Cómo? Buscando un método que te permita bajar de peso y luego mantenerlo sin comprometer tu estado de salud. ¿Cuál es el mejor método que te propongo? Cambia de hábitos y aprende a comer de una manera más saludable, adapta una alimentación o estilo de vida más saludable a tu situación o vida personal. Verlo desde esta perspectiva te ayudará a sentirte más motivada/o, a llevarlo mejor y a no agobiarte tanto por cuantos kilos deberás perder por semana, puesto que lo que tienes que mejorar es tu conducta a la hora de alimentarte.
2. NO te obsesiones por el peso
“La mejor bascula es la ropa”. Debes valorar tu evolución con datos más objetivos como pueden ser la ropa, el que te quede mejor, el que te puedas poder un pantalón que antes no te entraba, sentirte más deshinchada/o y ligero. El valor del peso varía mucho dependiendo del momento en el que se peses, las condiciones, la cantidad de agua que hayas bebido, el alimento que hayas consumido, la regularidad de tu tránsito intestinal, el ciclo hormonal en el que te encuentres e incluso el nivel de estrés que tengas actualmente. Puedes tener un control del peso, para ver evolución, pero que no sea diario ni el único parámetro a tener en cuenta.
3. Distribuye tu ingesta en varias tomas a lo largo del día.
El error que se tiende a cometer es pensar que cuantas menos calorías se ingieren mejor. Dejar de desayunar o irse a la cama sin cenar no ayuda, al contrario, tal vez te estará alejando sin darte cuenta, de tu objetivo. Ya que si pasamos muchas horas sin comer puede aparecer ansiedad o hambre voraz que nos predispone a consumir alimentos poco saludables que provocan un pico de glucosa en nuestra sangre, con lo que volveremos a tener hambre al poco tiempo; y por otra parte, el cuerpo interpreta esta situación como un ayuno y puede favorecer la adaptación del cuerpo al ahorro energético. El número de ingestas recomendable al día variará en función de nuestro horario, costumbres y estilo de vida, pero la recomendación para adelgazar es hacer más de tres comidas al día. Completar desayuno, comida y cena con un tentempié a media mañana o con una merienda saludable. Tampoco vale saltarse comidas para “compensar los excesos” ya que predisponemos al cuerpo a la situación comentada y no favorecemos la adquisición de unos buenos hábitos.
4. Aprende a decir que NO e identifica posibles SABOTEADORES.
El saboteador es esa parte de ti que te debilita poniendo excusas para no hacer algo que quieres o tienes que hacer. Hay que aprender a decir que NO pero también hay que aprender a comer por decisión propia, con conocimiento de causa y no por inercia, no porque la situación te lleve a ello, ni porque el entorno te propicie a ello. Tienes que aprender a tomar la decisión que más te apetece a TI, la opción que más se ajuste a tu objetivo o a tu situación.
5. Incluye la práctica de ejercicio físico en tu rutina diaria.
NO realices ejercicio como un método compensatorio de una mala alimentación, de ser así, te acabará pasando factura. El ejercicio físico solo NO ayuda a perder peso si igualmente comes más calorías de las que gastas. La práctica de ejercicio físico de manera regular te ayudará a perder grasa corporal, evitará la adaptación del cuerpo a la pauta y sobre todo mejorará tu forma física y tu salud, ya que además, el ejercicio genera endorfinas y aporta bienestar. Busca un deporte que te guste, que disfrutes y que no te suponga esfuerzo introducirlo en tu rutina diaria.
6. Planifica tus comidas.
Realiza una planificación semanal de tus comidas y en base a ello, realiza la lista de la compra. Si la compra no está planificada, es muy probable que acabes comiendo o picando cualquier cosa, que perjudique la calidad de tu alimentación y dificulte la bajada de peso. La presencia en casa de alimentos no saludables aumenta la posibilidad de fracaso, por lo que podría decirse que es un factor determinante del éxito a corto y a largo plazo. ¡Anímate a probar cosas nuevas! No es solo la frecuencia de consumo de los diferentes alimentos lo que marca la variedad y la diferencia en tu alimentación diaria sino la forma de comerlos y preséntalos. Te permitirá disfrutar más del cambio que estás haciendo.