Desde que la familia Simpson no es su propietaria real hasta habitaciones que aparecen y desaparecen. Hemos recopilado los datos más peculiares de la casa más famosa de la historia de la televisión.
Los Simpson son la familia del mundo de la animación más conocida y adorada. A lo largo de los años, desde su primera emisión en Estados Unidos en el año 1989, hemos podido disfrutar de cientos de episodios. Hasta es probable que nos sepamos algunos diálogos de memoria. Tras analizar las casas de algunos personajes reconocidos como la de Eduardo Manostijeras o la de Sabrina, la bruja adolescente, no hemos podido resistirnos a revisar en profundidad la casa de esta divertida familia animada para descubrir todos sus detalles.
Tras más de 30 años en antena, la vivienda de los Simpson es, sin duda, la más famosa de la historia de la televisión. Sin embargo, gracias a la magia que esta nos proporciona (especialmente si se trata de una serie de dibujos animados), esconde numerosos secretos y peculiaridades que solo se pueden percibir prestando atención a sus más de 700 capítulos. Desde cuartos que aparecen y desparecen hasta tesoros guardados en su sótano, la casa de estos personajes es un auténtico universo de curiosidades.
1. Su distribución está (casi) clara
Puede que haya paredes que bailen de un episodio a otro o que, especialmente en la primera temporada, el tamaño y ubicación de las habitaciones varíe. Sin embargo, su distribución está bastante clara y se deja entrever constantemente. La casa cuenta con dos plantas, sala de tv, salón, comedor, cocina, dos baños, sala de juegos y cuatro dormitorios. Además, tiene desván, sótano garaje y jardín (además de un pequeño hueco sobre el techo del garaje). Parece bastante semejante a las del resto del barrio, especialmente a la de Ned Flanders.
2. Hay una habitación fantasma
La sala de juegos, que se sitúa en la planta de abajo, solo se ha visto en cinco ocasiones en toda la serie. Sin embargo, parece estar siempre en el mismo lugar y se accede a ella por un pasillo al lado de la nevera. En esta parece haber un pequeño televisor y numerosos juguetes de los niños tirados por el suelo.
La habitación solo ha salido en algunos capítulos de las temporadas 2, 3, 4 y 5 para saltar luego al capítulo A Father’s Watch de la temporada 28. En un episodio Marge se burla del tema diciendo que su casa es bastante extraña porque tienen una habitación “que a veces está allí y otras veces no”.
3. Han sido unos anfitriones diez
Si los Simpson hubiesen montado un Airbnb, sin duda serían unos superanfitriones. Entre las personas que se han alojado en su casa durante un breve o largo periodo de tiempo están: Krusty el payaso; el desdichado Gil; obviamente su abuelo Abe Simpson; Jasper y otros ancianos del asilo de Springfield; el hijo del señor Burns, fingiendo su secuestro; un preso de la cárcel, con sorprendentes habilidades como pintor; el actor secundario Bob; Otto; Nelson Muntz; Todd Flanders; una esposa de intercambio de un reality televisivo; Apu Nahasapeemapetilon; Patty y Selma; Herb Powell, el hermano secreto de Homer; el verdadero creador de Rasca y Pica, Chester J. Lampwick; un extraño personaje parecido a Poochie llamado Roy; Artie Ziff; Lurleen Lumpkin; el padre de Lurleen Lumpkin; Kent Brockman; el encargado de mantenimiento Willie; un perverso feriante y su hijo; los moteros Hell’s Satans; un residente del asilo mental, que creía ser Michael Jackson; el crítico de cine Jay Sherman; Milhouse; un estudiante de intercambio que en realidad era un espía comunista… ¡Y hasta un agujero negro!
4. Sabemos exactamente cuál es su dirección
De acuerdo, no sabemos dónde está Springfield y uno de los running gags de la serie es precisamente que nunca se escucha el estado en el que se encuentra, pero sabemos perfectamente cual es la dirección. Aunque en algunos de los capítulos de las primeras temporadas la dirección variase, hace ya años que nos la sabemos de memoria: 742 de Evergreen Terrace, Springfield.
El nombre de la calle viene, como muchos nombres de personajes de la serie, de la propia vida de su creador, Matt Groening, que la bautizó así por la universidad en la que se formó: la Universidad Evergreen State de Olympia en Washington.
5. El cuadro de detrás del sofá tiene numerosos orígenes
Probablemente el cuadro tras el sofá de los Simpson sea uno de los cuadros con un barco más famosos de la cultura pop, pero sus orígenes no están muy claros. A veces, Marge cuenta que lo pintó ella misma, en otras ocasiones señalan que lo compraron (y tienen un armario lleno de ellos) mientras que en el capítulo La guerra del arte de la temporada 25 es sustituido por una réplica del falsificador Klaus Ziegler. En todo caso, sea cual sea sea su origen aparece siempre de la misma forma tras el sofá: totalmente torcido.
6. Guardan de todo en su sótano
A pesar de tener un generoso desván, en el que también tienen de todo, desde numerosos ejemplares de la autobiografía de Homer titulada “Apenas me conocí” hasta al gemelo malvado de Bart, su sótano es todo un gabinete de curiosidades.
Allí aparece constantemente la cabeza del dios Olmeca de la guerra Quetzatzaquelotl (Xtapolapocetl en la versión original) que les regala el señor Burns, pero también tienen una puerta por la que se accede a una sauna privada y hasta esconden al robot Bender (sí, el de Futurama) que en un capítulo se desconecta para esperar hasta el año 3000. En el sotano Homer y Bart han secado cecina y Homer hasta ha tenido su propia destilería ilegal. Le han dado uso, desde luego.
7. Han contado con una segunda y hasta tercera vivienda
Además de dar título a los especiales de Halloween en inglés (que se titulan originalmente Treehouse of Horror), la casa árbol de Bart es toda una propiedad con personalidad propia dentro de la casa. Aparte de servir para que Bart maquine sus bromas ha sido reconvertida en casino o en museo de un billete de 1000 dólares además de servir de casa a Homer durante algunas de sus discusiones con Marge. Ha sido reformada por los Amish, ardiendo justo después, y por la propia Marge Simpson. Incluso llegó a haber una tercera vivienda: la autocaravana que Homer tuvo aparcada una temporada en el patio trasero en Homer-Móvil de la decimosexta temporada.
8. La casa a cambiado con los años
Aunque de forma sutil, la casa no es ni mucho menos la misma que en el primer capítulo de 1989. De tener una televisión con tubo de rayos catódicos los Simpson han pasado a tener una televisión de pantalla plana (aunque también de color morado) y ahora la familia tiene desde un altavoz inteligente a numerosos ordenadores y tablets.
Eso sí, todavía no está muy claro si tienen aire acondicionado (sufren por el calor en algunos capítulos aunque cuando Homer engorda hasta poder teletrabajar sí que parece que tienen aire) y siguen contando con una deliciosa cocina retro y horno a gas. El piano, situado en la habitación de la chimenea, también aparece y desaparece.
9. La casa existe en la vida real
O bueno, mejor dicho, existía. En 1997 Fox y Pepsi sortearon una réplica exacta de la casa en una localidad de Nevada diseñada por los arquitectos de la compañía francesa Kaufman & Broad que la crearon tras ver más de 100 capítulos. Años después la ganadora del concurso trató de venderla por 120.000 dólares y se le perdió la pista. Desde entonces decenas de youtubers se han dedicado a peregrinar a la vivienda, a la que un lavado de cara ha dado un aspecto completamente convencional. La han reconocido gracias a la firma de Matt Groening en el cemento de su entrada o a su chimenea de adorno.
10. El actual propietario de la casa es Ned Flanders
Lo cierto es que la familia ya no es propietaria de su propia casa. En el capítulo Sin crédito de nuevo, naturalmente de la temporada 20, una parodia de la crisis de las hipotecas basura o subprime, la familia es desahuciada por el banco y Ned Flanders adquiere la casa por 100.001 dólares en una subasta para luego ser su casero. Obviamente, todo sale fatal pero finalmente vuelve a la normalidad, como en toda teleserie que se precie.