La tiroides es una glándula endocrina que produce hormonas que viajan por el torrente sanguíneo y regulan la forma en que su cuerpo procesa los alimentos y los usa para obtener energía. Es parte del sistema endocrino, que incluye la glándula pituitaria, el hipotálamo, el timo, la glándula pineal, los testículos, ovarios, las glándulas suprarrenales, la glándula paratiroides y el páncreas.
La tiroides está regida por la glándula pituitaria, un órgano del tamaño de un guisante que está ubicado en la base del cerebro. Tiene forma de mariposa, la glándula tiroides y se encuentra situada en la parte delantera del cuello. Es la encargada de secretar hormonas que ayudan a regular el desarrollo el funcionamiento cerebral, los ojos, el corazón, la piel y el cabello, así como también el peso, el metabolismo y el funcionamiento de los intestinos.
¿Cómo funciona la glándula tiroides?
La glándula pituitaria regula la cantidad de hormona tiroidea presente en la sangre. Además, le indica a la tiroides cuanto producir más o menos en hormonas para mantener siempre una cantidad equilibrada, y la tiroides usa yodo, obtenido principalmente de los mariscos y los productos lácteos para producir hormona tiroidea. El yodo se absorbe hacia el torrente sanguíneo por medio del intestino, y luego sigue su camino hasta la tiroides. Los trastornos de la tiroides se presentan cuando algo se altera en este proceso y se produce una cantidad excesiva o insuficiente de hormona tiroidea.
Hoy en este artículo además de haber explicado el funcionamiento y para qué sirve la tiroides, abordaremos una de las patologías frecuentes de esta glándula, el hipotiroidismo: que es, cuáles son sus síntomas, factores de riesgo, diagnóstico, tratamiento, complicaciones y algunos remedios caseros que pueden implementarse, además de la importancia de la alimentación en este cuadro clínico.
Tiroides: Hipotiroidismo
El hipotiroidismo se define como una enfermedad endocrina donde se ve afectada la función de la glándula tiroides. Esta enfermedad se caracteriza por una reducción o disminución de la actividad funcional de la glándula tiroides y el descenso de secreción de hormonas tiroideas. El conjunto de síntomas y signos que indican la presencia de esta patología se manifiesta por la presencia de los siguientes ítems:
Síntomas del Hipotiroidismo
- Aumento de peso inesperado
- Dolores y mal funcionamiento de las articulaciones y músculos, que conllevan a una neuropatía periférica
- Elevación del colesterol sanguíneo
- Alteraciones cognitivas y tendencia a la depresión severa
- Infertilidad
- Síndrome del túnel carpiano
- Bocio
- Ritmo cardiaco lento
- Frio e hinchazón de extremidades
- Pérdida del apetito, piel gruesa y seca
- Hinchazón de la cara, uñas quebradizas.
Dentro de los factores de riesgo para el desarrollo de esta patología encontramos la presencia de antecedentes familiares, enfermedades autoinmunes, diabetes tipo I o enfermedad celiaca. También están relacionados la enfermedad de Hashimoto o inflamación de la glándula tiroides, la insuficiencia de yodo, alteraciones hormonales, sedentarismo y el uso de medicamentos. A su vez, las complicaciones que pueden darse secundario al hipotiroidismo son: el bocio, alteraciones a nivel cardiaco, problemas de salud mental, neuropatía periférica, mixedema, infertilidad, anomalías congénitas, entre otras.
Al arribar al diagnóstico por tu médico de hipotiroidismo, el tratamiento farmacológico indicado por este y su implementación deben ir acompañados de cambios en la alimentación.
Antes de hablar de los remedios caseros para tratar el hipotiroidismo es importante tener en cuenta que la alimentación a lo largo del día debe ser rica en yodo con la ingesta de mariscos y pescados. A su vez también se incluyen alimentos sugeridos como algas marinas como kelp y nori, nuez de Brasil, frutas y verduras frescas, granos enteros, magnesio y agua. Por el contrario los alimentos que deben evitarse son: trigo, por la presencia de gliadina, brócoli crudo, repollo crudo, coliflor crudo, soja sin fermentar, sal industrial, cafeína en exceso, azúcar y harinas refinadas como berza o kale crudo.
Remedios caseros para tratar los síntomas del hipotiroidismo
5 Tés natural y casero para el hipotiroidismo
Te de diente de león: se deben colocar las hojas de diente de león en una taza con agua hirviendo. Dejar reposar hasta que enfríe durante unos 3 a 5 minutos aproximadamente. Colar y beber caliente, al menos 2 veces al día.
Te de genciana: para su preparación se mezcla una cucharadita de hojas de genciana con 250 mililitros de agua caliente, hirviendo, para hacer té y se deja reposar por unos 5 minutos. Transcurrido el tiempo se cuela y se bebe 2 veces al día.
Te de centella asiática: primero que nada hervir el agua hasta que se vean las burbujitas en los laterales de la olla en la que se está calentando. Llegado a este punto se retira del fuego y se apaga el mismo. Se colocan en el interior del agua las hojas de centella asiática y se deja reposar por unos 5 minutos. Se cuela y se bebe entre 2 a 3 tazas al día.
Te de acedera: este se te elabora con una cucharadita de hojas de acedera en una taza de agua hirviendo de 250 mililitros o centímetros cúbicos. Se deja reposar por unos 3 minutos al menos y luego se procede a colar y cuando este templado, no hirviendo se bebe. A lo largo del día se sugiere al menos el consumo de 2 a 3 tazas de este te.
Te de Ginseng: este te consiste en colocar una cucharadita de ginseng con agua hirviendo. Tapar la olla para que repose unos minutos y luego colar y beber caliente dos veces al día.
Otras afecciones que pueden darse a nivel de la glándula tiroides están dadas por el cuadro contrario al hipotiroidismo, que es el hipertiroidismo. En el hipertiroidismo, la glándula tiroides se hiperactiva, es decir que aumenta la producción de hormonas, desencadenando un cuadro caracterizado por aumento de la frecuencia evacuatoria, aumento de la sudoración, pérdida de peso, irritabilidad, fatiga, alteraciones de la vista, menstruación irregular, ansiedad y nerviosismo.
También pueden darse la presencia de nódulos a nivel de la glándula, que aparece como la formación de un bulto o inflamación de la tiroides, donde por lo general no se ve afectada la función de la misma y en donde el 90% de los casos no son dañinos, pero en ciertas ocasiones pueden ser cancerosos. Por último, la patología cancerosa de la tiroides, puede presentarse a cualquier edad, desde los niños hasta adultos mayores y se caracteriza por no presentar síntomas en las etapas tempranas de la enfermedad. Alrededor de dos de cada tres personas afectadas reciben el diagnostico entre los 20 a 55 años de edad.
Espero que te haya sido de utilidad toda esta información acerca de la glándula endocrina tiroides y que haya evacuado las dudas que te surgían. Recuerda siempre frente a la presencia de síntomas consultar con tu médico.