Desde que apareció en los programas de Chespirito, Vivar ganó mucha popularidad en toda Latinoamérica y el mundo, por lo que continuó con su carrera actoral y llegando a ser parte de muchas películas, series, obras teatrales y telenovelas en México.
Si bien, es un reconocido histrión, muy pocos saben que antes de dedicarse por completo a la actuación, él soñaba con estudiar una carrera, que si bien lo logró, al final tuvo que dejarla para seguir su verdadera pasión: ser actor.
Edgar Vivarsiempre será recordado como El Señor Barriga y Ñoño. Pero antes de dedicarse a la actuación, Vivar estudió Medicina e incluso se especializó en Ginecología, ejerciendo su carrera por dos años. Esto fue lo que dijo en una entrevista con Radio Capital en el año 2017.
“Terminé Medicina. Ejercí dos años. Trabajaba en donde los demás se divierten: ginecólogo. Tuve un momento de confrontación conmigo mismo, sumamente difícil. Después de dos años de estar ejerciendo mi carrera, la demanda del programa empezó a ser muy grande, teníamos giras, recorrimos toda la República Mexicana y las principales capitales de Centro y Sudamérica. Estaba quitándole tiempo a la carrera de Medicina y me confronte, dije: ‘¿prefieres ser un actor mediocre o un médico mediocre?’ Opté por lo primero. Hay que arriesgarse como todos los días”, declaró en Capital.
“Terminé Medicina. Ejercí dos años. Trabajaba en donde los demás se divierten: ginecólogo. Tuve un momento de confrontación conmigo mismo, sumamente difícil. Después de dos años de estar ejerciendo mi carrera, la demanda del programa empezó a ser muy grande, teníamos giras, recorrimos toda la República Mexicana y las principales capitales de Centro y Sudamérica. Estaba quitándole tiempo a la carrera de Medicina y me confronte, dije: ‘¿prefieres ser un actor mediocre o un médico mediocre?’ Opté por lo primero. Hay que arriesgarse como todos los días”, declaró en Capital.
Luego decidió seguir con su vida, así que estudio Medicina y mientras estudiaba, un caza talento lo descubrió y lo invitó a participar en un comercial.
De ahí, la historia de cómo conoció a Chespirito la ha contado en varias ocasiones. Durante su trabajo publicitario conoció a Nacho Brambila, director de comerciales que era muy amigo de Roberto Gómez Bolaños.
En la época que despuntaba ya la carrera de Chespirito, requería sumar gente a su equipo e invitó a Brambila, pero este declinó la oferta y recomendó a Vivar.