Existen razones para tomarse un tiempo a solas después de una ruptura. Es bueno y saludable, especialmente si tu última relación terminó de manera traumática
Si rompes con tu pareja debes estar un tiempo soltero. Si ahora mismo estás intentando recomponer tu corazón roto, o de repente, por primera vez en meses, estás durmiendo solo en tu enorme cama, igual te resulta duro de creer, pero es lo mejor para ti.
Existen buenas razones para tomarse un tiempo entre dos relaciones. Es bueno y saludable, especialmente si tu última relación terminó de manera traumática (descubriste que tu pareja te engañaba o sufriste un abuso emocional o físico). Si entras en otra relación al poco tiempo (de dos semanas a dos meses) de tu última ruptura, el trauma será conectado a tu circuito cerebral. “Tenderás a repetir los mismos errores con tu nuevo novio/a, y te resultara dificil confiar en alguien”, asegura la psicóloga y trabajadora social especializada en pareja Danielle Forshee, a ‘Cosmopolitan’.
Si tu ruptura se produjo de forma amistosa, sin resentimientos ni malos rollos, te sucederá lo mismo. Necesitas estar un tiempo soltero. La cantidad de tiempo que necesitarás depende de ti. ¿Cómo saber que aún no estás preparado para otro noviazgo? Esencialmente si constantemente comparas a tu nuevo ligue con tu ex. Forshee asegura que saltarse el proceso de duelo con una nueva relación te deja vulnerable a aspectos negativos como la dependencia emocional, la ansiedad y la depresión. “Comenzamos a sentir que necesitamos a alguien”, sea quien sea.
No te confundas, es perfectamente normal anhelar tener novio cuando tu corazón está roto. Es una sensación que escapa a tu control, y estrechamente relacionada con la neurociencia y el cerebro. Después de romper con alguien, tu cerebro no está acostumbrado a estar solo. Cuando tienes pareja, tu cerebro libera sustancias químicas que te hacen sentir bien, como la dopamina, la misma que se dispara cuando tenemos relaciones sexuales, cuando consumimos drogas, cuando jugamos… Y de repente, todo ello desaparece, produciendo en ti algo parecido al síndrome de abstinencia. Estás superando ‘el mono’ de amor.
Yonquis de las relaciones
Es perfectamente normal y humano querer estar bien, lo que explica por qué, unos días o semanas después de la ruptura, vuelvas a tener relaciones con un ex anterior. “Todos somos vulnerables a caer en nuevas citas con nuestros ex, porque sabemos que ahí estamos más que cómodos. Sabemos, de manera rudimentaria, que vamos a tener un ataque de dopamina cuando volvamos a estar con esa persona“. Somos como yonkis del amor, que regresan al que fue su camello una vez.
Tu cerebro asocia el “sentirse bien” con un “ex-ex” (el anterior a tu última pareja). Y en una lucha por sentirte bien, es más fácil anhelar estar con alguien con quien ya saliste, en lugar de tratar de formar una nueva relación con alguien totalmente desconocido. Es por eso que la idea de hacerte cuenta en Tinder o ir a una primera cita puede darte mucha pereza y parecerte la peor de las ideas.
Pero incluso si evitas volver a caer con un ex y comienzas a salir con alguien nuevo demasiado pronto, aún te arriesgas a desarrollar malos hábitos amorosos. “Básicamente te vuelves adicto al amor”, afirma Forshee. Y lo que ella quiere decir es que las personas se vuelven adictas a la “oleada de neuroquímica” que se produce en su cerebro cuando se sienten atraídos por alguien nuevo. Es por eso que la sensación de enamoramiento existe y es tan emocionante y fuerte.
Estos yonkis del amor pasan de una relación a otra cuando ese sentimiento comienza a perder intensidad, y ocurre a los seis u ocho meses, tal y como señala la psicóloga Ciara Molina en su web: “El enamoramiento tiene fecha de caducidad, y aunque pueda sonar desalentador, no lo es, ya que el ser humano necesita evolucionar, cambiar para sobrevivir, también cuando crea relaciones personales. Cuando nos enamoramos nos mantenemos en este estado de ingravidez emocional los primeros meses. A partir de ahí se produce una disminución de la intensidad con la que se vive pero todavía se puede ir manteniendo hasta los 18-30 meses, depende de cada pareja”.