Las moscas de la fruta acuden a los restos de comida y se sienten especialmente atraídas por la fruta madura. Pueden convertirse en un problema porque son fuente de gérmenes, por lo que conviene saber cómo evitarlas y eliminarlas.
Las moscas de la fruta pueden convertirse en una auténtica pesadilla. Son unas mosquitas pequeñas que aparecen cuando dejamos una fruta a medias o se nos pudre una pieza. Se multiplican muy rápido y sin darnos cuenta pueden invadir completamente el frutero.
En época de calor pueden poner hasta 400 huevos al día. Y no solo molestan y dan imagen poco higiénica, puede ser una fuente de gérmenes.
CÓMO EVITAR QUE APAREZCAN LAS MOSCAS DE LA FRUTA
Por tanto, el primer consejo es hacer lo posible para que no aparezcan. No solo se siente atraídas por la fruta madura. También por cualquier resto de comida.
Llegan a través de las ventanas, atraídas por el olor, o en la cesta de la compra. Así que para prevenir su aparición, puedes seguir estos consejos:
- Mantén bien la higiene: presta especial atención en época de verano y tirar la basura a diario. Mantenla tapada, además de limpiar el cubo tan a menudo como sea necesario.
- Guarda la fruta madura en la nevera durante los meses más calurosos.
- Usar aceites esenciales intensamente perfumados y plantas aromáticas.
- Ve vigilando las piezas de fruta. Retira la fruta demasiado madura y ten el resto en un lugar fresco y aireado.
- Enjuaga los residuos de bebidas en vasos y de comida en los platos. Evita que se queden mucho en la pica.
- Aumenta las corrientes de aire. A las moscas no les gusta la corriente.
TRUCOS PARA ELIMINAR LAS MOSCAS DE LA FRUTA
Como están en la comida, no conviene usar productos tóxicos. Las fórmulas más ecológicas y sanas de deshacernos de estos insectos son los productos naturales:
- El vinagre de manzana. Es uno de los métodos más efectivos. Mezclas el vinagre con una gotas de detergente lavavajillas en un vaso. El olor del vinagre las atraerá y el jabón las matará.
- Cerveza o vino. Se puede sustituir el vinagre por alguna de estas dos bebidas alcohólicas. También actuará de polo de atracción.
- En lugar de jabón, se puede tapar con film de plástico el vaso con vinagre o vino. Hacer unos agujeros con un tenedor. Las mosquitas consiguen entrar pero la mayoría no pueden salir.
- Levadura. Pon un poco de agua en un recipiente. Vierte levadura. Se pegarán a la mezcla. Para atraerlas, espolvorea con azúcar la levadura.
- Cebolla. Una cebolla cortada en medio de la fruta no las elimina, pero su olor sí las ahuyenta. Eso sí, luego quita la cebolla, que si comienza a estropearse, lo que hará será atraerlas de nuevo.
- Lejía: si las mosquitas están saliendo por el tubo del desagüe, puedes optar por tirar un poco de lejía diluida en agua. Es efectivo solo en parte. No suele eliminar las larvas y el problema puede volver a aparecer. Quizá en este caso, debas optar por insecticidas específicos.
- A diferencia de otros insectos, las moscas de la fruta no son especialmente peligrosas en cuanto a transmisión de enfermedades. Por tanto, aunque estén sobrevolando la comida, no pienses que la has de dar por perdida y te has de deshacer de ella.
- Estas moscas pueden transmitir gérmenes. Hay un riesgo pequeño, pero no descartable, por ejemplo, de que transmitan la salmonella. Por eso, lo que es importante siempre, y más en estos casos, es que la fruta y toda la comida que vayas a consumir la laves bien primero.
- Estas mosquitas pequeñas pueden confundirse a veces con los mosquitos de las plantas, aunque su hábitat suele ser diferente. Al mosquito lo encontraremos más en el jardín o balcón. No dentro de la casa. La mosca de la fruta es más “casera”.